
Psicóloga de Niños y Adolescentes Dra. Diana Benjumea
Neurofeedback: el método más eficaz de entrenamiento cerebral para el TDAH y Autismo
El Neurofeedback es una terapia no invasiva y segura de entrenamiento cerebral basado en la neurociencia moderna.
Mediante una diadema con sensores colocados en el cuero cabelludo, se mide la actividad eléctrica del cerebro (EEG) en tiempo real y se traduce en estímulos visuales y auditivos interactivos, por ejemplo: un videojuego o una animación (tecnología BCI, Brain-Computer Interface).
Durante las sesiones, el sistema registra las ondas cerebrales que predominan en el niño o adolescente.
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Las ondas Beta están asociadas con la atención, el enfoque y la actividad mental consciente.
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Las ondas Alfa reflejan un estado de calma, relajación y equilibrio emocional.
El objetivo del entrenamiento es aumentar la actividad Beta y regular la Alfa, ayudando al cerebro a mantener un nivel óptimo de activación: atento, pero tranquilo.
Cuando el cerebro logra este equilibrio, mayor atención y menor impulsividad, recibe una retroalimentación positiva en la pantalla, reforzando ese patrón de manera natural en el niño o adolescente.
Con el neuro entrenamiento constante, el cerebro aprende a autorregular su funcionamiento, consolidando mejoras estables en la atención, la autorregulación emocional y el rendimiento académico, aspectos fundamentales en el manejo del TDAH y Autismo.
El Neurofeedback es reconocido como uno de los tratamientos no farmacológicos más eficaces para el TDAH y Autismo, tanto en niños como en adolescentes, respaldado por estudios científicos y por organizaciones como la Asociación Americana de Psicología (APA) y la ISNR.
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Beneficios del Neurofeedback para el TDAH: atención y enfoque mejorados
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es una afección común del neurodesarrollo caracterizada por dificultades con la atención, hiperactividad e impulsividad.
Estos síntomas pueden afectar significativamente la vida diaria, el rendimiento académico y las interacciones sociales.
El neurofeedback ofrece una serie de beneficios para las personas con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) al ayudar a regular la actividad cerebral de una manera no invasiva y libre de fármacos. Los cambios son graduales, pero profundamente transformadores tanto para el niño como para su familia.
Aquí hay un desglose claro de los beneficios clave:
Mejora de la atención sostenida
Fortalece la concentración
Aumenta la capacidad del autocontrol
Incrementa la memoria de trabajo
Mayor rendimiento académico
Mejora en la gestión de las emociones
Disminución de la hiperactividad
Reducción de la impulsividad


Mejora la atención sostenida
El Neurofeedback entrena las zonas del cerebro que regulan la atención y el enfoque, especialmente la corteza prefrontal, responsable de mantenernos concentrados. Durante las sesiones, el cerebro recibe información en tiempo real de su propio funcionamiento eléctrico (ondas cerebrales). Con esta retroalimentación, el cerebro aprende a mantenerse más activo cuando necesita concentrarse y a no distraerse con facilidad. Esto permite que el niño o adolescente logre enfocarse mejor en clases, tareas o conversaciones.Durante las sesiones, el cerebro recibe retroalimentación en tiempo real sobre su propio funcionamiento eléctrico, lo que promueve la autorregulación de la corteza prefrontal, zona clave para mantener la atención sostenida. Con el tiempo, el niño o adolescente desarrolla una capacidad más estable para enfocar su mente y resistir distracciones, incluso fuera del contexto terapéutico.
Fortalece la concentración
El entrenamiento ayuda a equilibrar las ondas cerebrales theta y beta, que suelen estar alteradas en el TDAH. Cuando predominan las ondas lentas (theta), el niño tiende a distraerse; cuando las rápidas (beta) se regulan correctamente, la mente se mantiene alerta y enfocada. Gracias a este equilibrio, el Neurofeedback mejora la capacidad de concentración voluntaria, permitiendo que el niño se mantenga atento durante más tiempo sin esfuerzo excesivo.
Aumenta la capacidad del autocontrol
El Neurofeedback mejora la comunicación entre las áreas cerebrales que controlan las emociones y los impulsos, como la corteza prefrontal y el sistema límbico. Al fortalecer estas conexiones, el niño aprende a responder con calma ante la frustración, a controlar los impulsos y a pensar antes de actuar. Esto favorece una convivencia más tranquila en casa, mejor comportamiento en la escuela y una mayor sensación de dominio sobre sus propias emociones.
Incrementa la memoria de trabajo
La memoria de trabajo permite recordar y usar información al mismo tiempo, por ejemplo, al seguir instrucciones o resolver un problema paso a paso. El Neurofeedback estimula las zonas del cerebro involucradas en este proceso (como las regiones frontales), mejorando la capacidad de mantener información activa y organizada. Esto se traduce en una mejor comprensión de lo que lee, mayor capacidad para resolver problemas y un aprendizaje más sólido.
Mayor rendimiento de académico
Al mejorar la atención, la memoria y el autocontrol, el niño no solo se comporta mejor, sino que también aprende mejor. El Neurofeedback favorece una mayor eficiencia mental, planificación, organización y motivación. Esto se refleja en un mayor rendimiento académico, mejores calificaciones y una actitud más positiva hacia el estudio.
Mejora en la gestión de las emociones
El entrenamiento regula las áreas cerebrales encargadas de procesar las emociones, ayudando a mantener un equilibrio entre activación y calma. El niño o adolescente aprende a reconocer lo que siente, expresar sus emociones adecuadamente y manejar la frustración sin perder el control. Esto mejora su autoestima, sus relaciones con los demás y su bienestar emocional en general.
Disminución de la hiperactividad
El Neurofeedback enseña al cerebro a funcionar de forma más estable, reduciendo la necesidad de moverse constantemente o cambiar de actividad sin control. Al regular las ondas cerebrales relacionadas con la inquietud y la sobreexcitación, el niño logra mantenerse tranquilo, concentrado y relajado, sin perder su energía natural ni su espontaneidad.
Reducción de la impulsividad
Durante el entrenamiento, el cerebro aprende a detenerse antes de reaccionar. Se fortalecen las conexiones que permiten evaluar una situación antes de responder, lo que disminuye los actos impulsivos y mejora la toma de decisiones. El niño o adolescente gana confianza, se siente más capaz de controlar su conducta y mejora su convivencia familiar y escolar.

